martes, 20 de abril de 2010

Media maratón Villa de Madrid


Ayer mismo le comenté a Ángela, que me parecía mentira haber terminado una media maratón, correr 21 km del tirón, cuando hace unos meses me sofocaba al correr 7.

Pero las cosas han cambiado; hoy alguien me ha dicho que “cada uno recoge lo que siembra”, y yo, desde mis posibilidades, estoy intentando sembrar algo con mucha ilusión para que dentro de algunos años pueda recoger un fruto, que espero que ha todos los que me han ayudado y a mí, nos sepa muy dulce.



El día 11 de abril se celebró la X edición de la media maratón de Madrid, y como habréis adivinado allí estuve.

El día de antes me acosté a las 2 de la mañana y nos levantamos a las 5, madrugón que se hace menos costoso cuándo haces algo que te gusta y cuentas que el apoyo incondicional de una persona fantástica (como no iba a terminar si por mi culpa dormiste 3 horas).



Nueve de la mañana, Dany me “deja” sólo ante 21km por las calles de Madrid por que cada uno tiene objetivos distintos, es su 3ª media y además va como un tiro. (Enhorabuena por el tiempazo capullo). Me meto en una masa de 12000 corredores, todos y cada uno con la misma ilusión por empezar esta mini aventura que si todo va bien acabará en el parque del Retiro.



Bocinazo y a correr, todo es nuevo para mí, correr entre tantísimas gente, controlar el ritmo, no salir demasiado rápido, etc. Muchas cosas a tener en cuenta así me olvido de todo y lo único que pienso es en disfrutar. Los primeros 5km se me hacen larguísimos, no me hago sitio, el ritmo es lento y me empiezo a “dormir” esto nos es bueno pero la liebre de 1 hora 50 minutos aún está detrás de mí, por lo que sigo este ritmo.

Cual fue mi sorpresa cuando nada más pensar eso, veo a una chica con un globo atado a la espalda con dicha marca, que me pasa como si llegara tarde a una cita, y ni corto ni perezoso la pregunto que si ese es ritmo que tenemos que llevar para hacer el tiempo que marca su globo y me contesta que se ha entretenido hablando y que tiene que recuperar el tiempo perdido ( creo que en ese momento estuve a punto de insultarla, y gracias a que no lo hice por que me hubiese arrepentido).


A partir de este momento pienso que tengo que seguir ese globo como sea, que si le dejo ir voy a perder ritmo y puede que me venga abajo psicológicamente, y de eso nada.

Aunque los primeros Km me cuesta, consigo que no se aleje demasiado, por lo que los Km 6, 7,8 y 9 cambio el ritmo considerablemente y pienso que quizá me pueda pasar factura más adelante, pero tengo que arriesgar si quiero no sufrir demasiado; y no me equivoqué ya que a partir del décimo kilómetro la cosa cambió a mejor.



Cada vez me acercaba más a ese maldito globo que tanto me obsesionaba, hasta que aproximadamente en el km.13 me puse justo al lado (tal era mi obsesión con la marca que de nuevo la pregunté si habíamos recuperado el tiempo perdido, ella me contestó que íbamos un minuto tarde y que a ese ritmo lo recuperaríamos), entonces decidí tomarme un pequeño respiro y mantener ese ritmo al cual ya me había acostumbrado, pero notaba que a diferencia de lo que en un principio pensé, a medida que pasaban los km me encontraba mejor y más fuerte.



En el km 17 decido pasar a la acción jeje, me encontraba más fuerte que al principio y creía que podía ir más rápido, y sin más empiezo a apretar, a subir el ritmo y a confiar en mí; km 18, km 19 y sigo bien, miro hacia atrás y veo el globo cada vez más lejos de mí, pero queda lo peor, Dany ya me advirtió de que los dos últimos km se hacen durísimos y te viene a visitar “el hombre del mazo” vamos que puedes pinchar y tirar todo el esfuerzo anterior a escasos 2000 metros de la gloria.

Empezamos a subir y adelanto a gente que se pone a andar pero sigo con fuerza y más aún con la entrada en el Retiro, la gente nos lleva en volandas e incluso aprieto más, veo el cartel de km 20, y me digo que ya está hecho pero no paro de apretar y apretar, “ hay que morir matando eh compañero?” y la verdad no me había imaginado ese final ni de lejos.



Oigo la música y veo carteles de publicidad por todos lados, la gente gritar y la meta….

Puede resultar muy infantil, pero no encuentro palabras para describir las sensaciones que sentí cuando cruce el arco de meta.



1h 55’ según el tiempo oficial y 1h 50’ según mi reloj, la explicación es que éramos tantos que tardé 5 minutos en cruzar la línea de salida y empezar a correr, pero estoy más que satisfecho con mi primera media maratón.



Desde nuestro sencillo blog, queremos tener un especial recuerdo hacia el corredor de 31 años que consiguió acabar la prueba antes de que la carrera más dura de todas se lo llevara para siempre.