Por fin se dio todo lo necesario para que me pudiera llevar la flaca al pueblo, no tardé en llamar a sergio y comentarle lo proclibe para hecer una rutilla que no rondaba la cabeza desde hacia tiempo. Una nada desdeñable vuelta de mas de 70 kilometros por los alrededores de la falda de Gredos. Ruta, que por el entorno donde se desarrolló y lo peculiar del perfil de la comarca, no estaba exento de importantes inclinaciones.
Decidimos tomarnos la ruta tranquila, teniamos por delante nuestra mas de tres horas encima de nuestras cabalgaduras y lo importante ese dia era acabar bien, con buenas sensaciones y con el hilo de energia suficiente para que al día siguiente nos hiciesemos 2.000 metros nadando.
No tuvimos buen empiece, empezamos la ruta a las 8:30 de la mañana desde mi tan nombrado pueblo Montesclaros, y a esa hora en la falda de la sierra de Gredos la temperatura no es muy agradable como para ir en bici en manga corta. Aún así, seguimos adelante y los primeros 6 kilometros que son cuesta abajo pasamos mas frio que vergüenza. Para mis adentros deseaba que llegarán los desniveles, para asi sufrir-sudar un poco.
Tras la primera media hora de ruta y tras pasar Hontanares, la cosa no mejoraba, nos entramos niebla densa en la llanura direccion a Ramacastañas. Por suerte nos desviamos a la derecha dejando tras nosotros esa niebla con tan mala pinta. A partir de ahí, el terreno llaneaba y empezamos a dejar una herrogia de kilometros y de pueblos, de los que poco mas que veiamos sólo el letrero de entrada y de salida, ya que ibamos a buen ritmo y a esas horas no habia mas que tres viejecillos por las calles. Así pasamos Lanzaita (km 25), Buenaventura (km 35)...
Pero la suerte dejo de acompañarnos al ver como se inclinaba la carretera a la espera de llegar a Sotillo de las Palomas (km 45), pero el pueblo se hacia de rogar y no parabamos de dejar curvas atras ya de pie en la bicicleta... pero ni rastro de Sotillo. Pese a que el ritmo era tranquilo tocaba sufrir un rato más, hasta que por fin vimos esas primeras casas de Sotillo.
A partir de ahí el terreno nos dio una pequeña tregua y tan pequeña ya que a partir de kilometro 50 la carretera nos daba otra vez la espalda en forma de cuesta interminable hasta Cervera de los Montes. A partir de ese momento psicologicamente cada uno de nostros estabamos convecidos de que la ruta iba a salir bien.
De Cervera llegamos a Segurilla (km 65) con la euforia por las nubes, esto estaba hecho. hacemos una pequeña parada tecica en Segurilla, agua, aquarius, snack de chocolote y de nuevo encima de la bici. Nos separaban tan solo 12 kilometros de nuestro destino (Montesclaros). Pero que 12 kilometros, la guinda a una gran ruta.
Pasamos frio, sudamos, sufrimos... pero principalmente disfrutamos. Que de eso se trata esto. Disfrutar del sufrimiento, de la buena compañia, del paisaje, de la buena conversación...
Ruta que disfrutaremos en mas ocasiones.
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