miércoles, 9 de junio de 2010

Desilusión


A veces las cosas salen mal, o mejor dicho no todo lo bien que esperamos.
El 30 de mayo se celebró en la casa de campo, un triatlon sprint, donde tanto Dany como yo queríamos participar; pero en mi caso no pudo ser ya que 4 días antes de la prueba se me subieron los gemelos (creo que algo más tendría) y no pude llegar a la prueba. Desilusión y rabia inundaban mi ánimo, durante los días previos me cuidé más que nunca con la esperanza de que todo estubiera listo para el gran día, pero pasaban las horas, los días y nada no podía casi ni andar.

Aún así y recurriendo a cremas de frío y calor tenía la esperanza de que el domingo ocurriese un milagro y me levantara sin dolor... pero nada, me encontraba algo mejor pero tenía molestias.

No me gusta renunciar a la primera, ni si quiera a la segunda, por eso preparé todo el material y lo cargé en el coche casi entre lágrimas, calmadas por los ánimos y el cariño de Ángela.
Durante el viaje me iba "provando" jeje moviendo los gemelos a ver si ese dolor había desaparecido...nada todo igual y estabamos en Madrid, entrando y aparcando el coche hice un esfurzo brutal para no gritar de rabia.

Uno es el mejor médico de uno mismo, o al menos es el que mejor conoce sus propias sensaciones, dolores y estado físico y aunque por unos minutos pensé en colocarme en la salida del sector de natación, pensé friamente que no me queria ver abandonar el triatlon con los gemelos peor que los tenía en ese momento... lo único que quedaba era agradecer a Ángela que me hubiera acompañado y animar con todas mis fuerzas a Dany.

Lo hizo francamente bien, en la natación le vi genial, haciendo muy buen tiempo y al salir le vi la cara muy bien, transmitía fuerza y le animé y grite todo lo que pude.

Lógicamente en el sector de ciclismo no pude verle, ya que ni mis gemelos ni las circunstancias lo permitían pero si le vi llegar, entrar en la transicion y seguir dándole ánimos por que los que alguna vez hemos hecho este deporte sabemos lo importante que es sentir el calor de los tuyos.

La carrera a pie es su fuerte y sabía que no se iba a dejar nada guardado, le vi pasar y de nuevo gritos, fotitos y gritos. Volovía a hacer muy buen tiempo y entró en la meta como lo que es, un grande, dándolo todo y "a morir matando".

Gracias compy por que verte competir me alejó de la amargura que sentía en ese momento.

En el próximo espero no fallarte.

1 comentario:

  1. Muy buena crónica, muchas gracias por esos ánimos, sabes mejor que nadie lo bien que vienen.
    Como ya sabes, tendremos muchísimas mas ocasiones de pasar "buenos momentos sufriendo juntos"
    Que sepas que no me fallaste, sé que tenias que estar muy mal para no competir. Te conozco y no eres de los que te rindes con facilidad.
    Ahora un pequeño verano de transición, tranquilo, de planificación. Con la satisfacción de una primera etapa hacía nuestro camino hecha.

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